¿Me conviene trabajar para el gobierno?

by - viernes, febrero 08, 2019

El tema de los empleos en gobierno ha estado de moda en los últimos meses debido a las controvertidas decisiones de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Desde el anuncio de los recortes de personal en oficinas del SAT hasta la convocatoria para los conductores de pipas para el transporte de gasolina con sueldos de casi 30 mil pesos. 

Independientemente de tu situación laboral, puede ser que en algún momento se te presente una oferta para trabajar en gobierno. Reflexiona estos puntos antes de tomar una decisión. 

¿Por qué trabajar en gobierno?

La principal razón que alguien debería tener para trabajar en gobierno es la satisfacción de servir a la sociedad. En México, trabajar en gobierno era es concebido como una carrera segura, holgada, con un sueldo en ocasiones mayor a los de la iniciativa privada. Se puede trabajar en dependencias federales como el SAT, la PGR o la SEGOB; en dependencias en gobiernos locales como el ISSEMYN; organos desconcentrados - como el IPN- o en entidades paraestatales como el IMSS o la UNAM. 

La principal ventaja de trabajar en gobierno es el paquete de prestaciones. El periodo vacacional por ley es de 6 días por año trabajado; en gobierno puedes gozar de hasta 1 mes de vacaciones y días adicionales donde tienes permitido faltar sin que te descuenten. Los horarios son más accesibles y casi nunca se trabaja en fines de semana. 

¿Cuáles son las diferencias entre las empresas privadas y el gobierno?

Hay distintas clasificaciones de empresas. Se pueden clasificar por su giro, por el tamaño de empleados o por el monto de facturación anual. También podemos dividirlas en empresas familiares, PyMES, empresas que cotizan en la bolsa y empresas con presencia mundial. Además de esas opciones, podemos trabajar directamente para el gobierno. A este sector se le conoce como sector público.

La principal diferencia es que cualquier empresa, independientemente del giro en el que se encuentre, tiene como objetivo las utilidades. Términos como costos de ventas, costos de administración, ROI son frecuentes en las reuniones empresariales. En gobierno la situación es diferente. Al gobierno no le interesan las utilidades, le interesa crear condiciones sociales óptimas para todos. Le interesa cubrir la misión para la cual fue diseñado esa dependencia. Las empresas deben de satisfacer las necesidades de sus clientes y además enfrentar a la competencia, por lo que siempre se busca la eficiencia y la efectividad. Las dependencias gubernamentales no son evaluadas por el mercado. ¿Será que esto impacta en el nivel de compromiso de los trabajadores?

En alguna ocasión platiqué con un colaborador de la empresa que tenía faltas constantes. Al indagar los motivos me comentó que estaba en una lista de espera para poder ingresar a CFE y que había días en que tendría que faltar porque era obligatorio que acudiera a marchas y a eventos del sindicato. Cuando le pregunté por sus motivaciones para trabajar ahí, me contó que su papá le heredó la plaza.  Y si no la ocupaba se iba a perder. Además de eso, él consideraba que era una buena oferta, ya que su objetivo era crecer dentro de la dependencia. 

Al final tuvo que desvincularse de la empresa porque sus faltas ya estaban afectando su desempeño. Esto ejemplifica otra diferencia clave: los procesos de selección. Todos hemos escuchado la historia de una persona que entró a trabajar en gobierno por ser familiar de alguien. Los procesos de selección en gobierno no son transparentes. Salvo en puestos claves o especializados, no se elige al candidato más apto. No hay criterios claros ni una comunicación constante con los aspirantes. Eso no significa que no haya procesos de selección. Aquí también tendrás que acudir a entrevistas y presentar pruebas psicométricas. Adicionalmente, a la mayoría de los nuevos empleados de gobierno se les aplica un examen de control de confianza. 

Al aceptar una oferta laboral debemos pensar el plan de carrera y las oportunidades de desarrollo para el puesto. Las mejores empresas ya tienen establecidos planes para el crecimiento de sus empleados. En el sector público esto no siempre es así. Los ascensos y promociones pueden estar sujetos a favores políticos, cambios de gobierno, nepotismo o favoritismo. Esto también sucede en las empresas, pero es más visible en gobierno. 

Considera esto antes de trabajar en gobierno
  • ¿Cuál es tu objetivo? Jamás me cansaré de repetir eso. ¿Tienes objetivos establecidos? Si no los tienes, te recomiendo pensar profundamente en lo que te gusta hacer, lo que puedes hacer y cómo puedes trabajar en algo relacionado a eso. Debes de saber hacia a dónde vas. ¿Aceptar ese empleo en gobierno te acerca a tus objetivos? Si solo lo aceptas por continuar con la tradición familiar o porque las prestaciones son muy buenas, piénsalo mejor.
  • ¿La oferta es congruente con tu perfil? Si estudiaste relaciones internacionales no es congruente aceptar una vacante de capturista o auxiliar administrativo en el INEGI. Sin embargo sucede porque miles de personas buscan al igual que tú un lugar en gobierno y el número de vacantes especializadas es menor comparado con el de vacantes administrativas. Supongamos que hay 50 plazas para psicólogos en el IMSS y 500 para trabajar como auxiliar administrativo. Una práctica recurrente es que te acomoden donde haya lugar con la promesa de ocupar una posición similar a tu carrera a mediano plazo. El clásico: empezar desde abajo. ¿Crees que es congruente? 
  • ¿Empleado de confianza o de base? Es importante definir dos términos importantes: 
    • Empleado de confianza. Según el artículo 5 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, un trabajador de confianza es aquella persona que desempeña actividades de dirección, manejo de recursos, supervisión, auditorías, etc... Esto quiere decir que un  empleado de confianza participa en las acciones de gobierno. Estos empleados no tienen derecho a la estabilidad de su empleo, lo que quiere decir que pueden ser fácilmente despedidos.
    • Empleado de base. Aquellos empleados que no participan en el ejercicio de autoridad ni tienen personal a su cargo. Estos empleados sí gozan con un derecho que asegura la estabilidad de su empleo. 
  • ¿Cuál será tu esquema de contratación? Regularmente se da un periodo de 6 meses "a prueba" para que después te conviertas en un trabajador de base. Durante este periodo no gozas de todos los beneficios que tiene un trabajador de base. Considera que esto puede cambiar con las nuevas políticas del gobierno federal. 
Recuerda que para trabajar en gobierno debemos estar pendientes de las convocatorios. Hay muchas convocatorias que solo son publicadas de manera interna, por lo que es recomendable que si quieres trabajar en una dependencia en específico, la visites y te informes de los pasos y fechas a seguir. 

Por último, escoger nuestro próximo lugar de trabajo no es algo fácil ni que deba ser tomado a la ligera. Piensa detenidamente todas las opciones y escenarios posibles antes de tomar una decisión.

Para saber más


Comparativa de las condiciones de trabajo en gobierno vs. empresas privadas

Te recomiendo visitar el sitio del Servicio Profesional de Carrera de la Administración Pública Federal

Los millenials no quieren trabajar en gobierno

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